lunes, 28 de marzo de 2016

Poema "Contra Critías"

Poema: “Contra Critías”
1962
Marco Martos (Piura, 1942)
Del Poemario “Casa Nuestra”



Cojo la pluma y digo
lo que me viene a la lengua
lo que siento de adentro
lo que nadie me dicta
Cojo la pluma y digo
radiografía daltónico
o lo que me de la gana
Cojo la pluma y digo
y me rio de los que piensan
que debí decir otras palabras
De mi también se ríen
pero algo hay que hacer
para evitar el suicidio
la muerte en mi mesa
mi pluma colgada



Todos suponen
que mis veinte años
encierran juventud
y soy un sol agradable.
Todos creen
que rezo los domingos
o que soy camarada.
Se engañan.
Soy un ser despreciable.
Destilo pus
y escupo vinagre.
Mi barca navega
sin velas
por las cloacas.
Se que soy malo,
no se engañen.
Soy malo,
pero trato de arreglarme.

http://programasoloparalocos.blogspot.pe/2010/09/triptico-de-marco-martos.html

martes, 22 de marzo de 2016

DISCURSO DEL PRESIDENTE BARACK OBAMA A LOS CUBANOS



DISCURSO DEL PRESIDENTE BARACK OBAMA A LOS CUBANOS
Traducción de Rolando Cartaya
marzo 22, 2016

Presidente Castro, pueblo de Cuba:
Muchas gracias por la cálida acogida que hemos recibido yo, mi familia y mi delegación. Es un honor extraordinario estar hoy aquí. Antes de empezar, permítanme por favor, quiero comentar sobre los ataques terroristas que tuvieron lugar en Bruselas.
Los pensamientos y las oraciones del pueblo de Estados Unidos están con el pueblo de Bélgica. Somos solidarios con ellos, condenando estos indignantes ataques contra personas inocentes. Haremos todo lo que sea necesario para apoyar a nuestro amigo y aliado, Bélgica, para llevar ante la justicia a los responsables, y este es otro recordatorio más de que el mundo debe estar unido.
Debemos cerrar filas, al margen de nacionalidad, raza o creencias religiosas, en la lucha contra este flagelo del terrorismo. Podemos derrotar, y derrotaremos, a aquellos que amenazan nuestra seguridad y la de las personas en todo el mundo.
Al Gobierno y al pueblo de Cuba quiero agradecerles la amabilidad que han demostrado hacia mí, hacia Michelle, Malia, Sasha, mi suegra, Marian.

“Cultivo una rosa blanca” En su más célebre poema José Martí hizo esta oferta de amistad y paz tanto a amigos como enemigos. Hoy, como Presidente de Estados Unidos de América yo le ofrezco al pueblo cubano el saludo de paz.
La Habana está a solo 90 millas de la Florida, pero para llegar aquí tuvimos que recorrer una larga distancia, por encima de barreras históricas, ideológicas, de dolor y separación. Las azules aguas bajo el Air Force One, fueron una vez surcadas por acorazados hacia esta isla para liberar a Cuba, pero también para ejercer control sobre ella.
Esas aguas también fueron surcadas por generaciones de revolucionarios cubanos hacia Estados Unidos, donde recabaron apoyo para su causa. Y esa corta distancia ha sido cruzada por cientos de miles de exiliados cubanos, en aviones y balsas rústicas, quienes vinieron a Estados Unidos en busca de libertad y oportunidades, a veces dejando atrás todo lo que tenían y a todos sus seres queridos. Como tantos, en nuestros dos países.
Toda mi vida se ha desenvuelto en una era de aislamiento entre nosotros. La revolución cubana tuvo lugar en el mismo año en que mi padre emigró a Estados Unidos desde Kenya. Bahía de Cochinos tuvo lugar en el año en que yo nací. Al año siguiente el mundo entero quedó en suspenso observando a nuestros dos países mientras la Humanidad se acercaba más que nunca antes al horror de una guerra nuclear.
Con el paso de las décadas nuestros Gobiernos se quedaron estancados en una confrontación aparentemente interminable, librando batallas a través de terceros. En un mundo que se rehizo a sí mismo una y otra vez, el conflicto entre Estados Unidos y Cuba era una constante. Yo he venido aquí a enterrar los últimos remanentes de la Guerra Fría en las Américas. Yo he venido aquí a extender una mano de amistad al pueblo cubano.

Quiero ser claro: las diferencias entre nuestros Gobiernos al cabo de tantos años son reales, y son importantes. Estoy seguro de que el presidente Castro diría lo mismo. Lo sé, porque he escuchado y abordado esas diferencias en profundidad. Pero antes de discutir esos problemas, también tenemos que reconocer cuantas cosas compartimos porque, en muchas formas, Estados Unidos y Cuba son como dos hermanos que han estado distanciados por muchos años, aunque llevemos la misma sangre.
Ambos vivimos en un Nuevo Mundo colonizado por europeos. Cuba, como Estados Unidos, fue en parte fundada por esclavos traídos de África. Como el de Estados Unidos, el pueblo cubano puede trazar sus ancestros hasta esclavos y dueños de esclavos. Ambos acogimos a inmigrantes que vinieron de muy lejos para empezar una nueva vida en las Américas. A lo largo de los años nuestras culturas se han entremezclado. La labor del Dr. Carlos Finlay en Cuba allanó el camino para generaciones de médicos, entre ellos Walter Reed, que se basó en el trabajo del Dr. Finlay para ayudar a combatir la fiebre amarilla.
Tal como Martí escribió su obra más famosa en Nueva York, Ernest Hemingway hizo de Cuba su hogar y encontró inspiración en las aguas de estas costas. Compartimos el mismo pasatiempo nacional: la pelota. Y hoy mismo, más tarde, nuestros jugadores van a competir en el mismo terreno habanero donde jugara Jackie Robinson antes de debutar en las Grandes Ligas. Y se dice que nuestro más grande boxeador, Mohamed Alí, rindió tributo una vez a un cubano con el que nunca pudo pelear, diciendo que lo más que podía alcanzar era un empate con ese gran cubano, Teófilo Stevenson.
Así que aun cuando nuestros Gobiernos devinieron adversarios, nuestros pueblos compartían estas pasiones comunes, particularmente con la llegada a Estados Unidos de tantos cubanos. En Miami o La Habana usted puede encontrar lugares donde bailar cha-cha-cha o salsa; donde comer “ropa vieja”; la gente en nuestros dos países ha cantado con Celia Cruz, Gloria Estefan, y ahora escuchan el reggaetón de Pitbull.
Millones de los nuestros tienen una misma religión, una fe a la que yo he rendido tributo en la Ermita de la Caridad de Miami, la paz que los cubanos encuentran en La Cachita.

A pesar de nuestras diferencias, cubanos y estadounidenses comparten valores comunes en sus vidas: un sentido de patriotismo y de orgullo, un gran orgullo; un profundo amor a la familia; pasión por nuestros hijos; un compromiso con su educación. Y es por eso que creo que nuestros nietos mirarán este período de aislamiento como una aberración, y apenas un capítulo en una historia más larga de familiaridad y amistad.
Pero no podemos ni debemos ignorar las diferencias reales que tenemos, acerca de cómo organizamos nuestros Gobiernos, nuestras economías y nuestras sociedades. Cuba tiene un sistema de partido único; Estados Unidos es una democracia multipartidista. Cuba tienen un modelo económico socialista; Estados Unidos uno de mercado abierto. Cuba ha enfatizado el papel y los derechos del Estado; Estados Unidos fueron fundados en los derechos de la persona individual.

A pesar de estas diferencias, el 17 de diciembre del 2014 el presidente Castro y yo anunciamos que Estados Unidos y Cuba comenzarían un proceso de normalización de las relaciones entre nuestros países.

Desde entonces, hemos establecido relaciones diplomáticas y abierto embajadas. Hemos puesto en marcha iniciativas para cooperar en la salud y la agricultura, la educación y la aplicación de la ley. Hemos llegado a acuerdos para restaurar los vuelos y el servicio de correo directo. Hemos ampliado los lazos comerciales, e incrementado la capacidad de los estadounidenses para viajar a Cuba y hacer negocios aquí.
Y estos cambios han sido bien recibidos, a pesar de que todavía hay quienes se oponen a estas políticas. Pero aún así, muchas personas en ambos lados de este debate se han preguntado: “¿Por qué ahora?" "¿Por qué ahora?”.

La respuesta es simple: Lo que Estados Unidos estaba haciendo no estaba funcionando. Tenemos que tener el valor de reconocer esa verdad. Una política de aislamiento diseñada para la Guerra Fría tenía poco sentido en el siglo XXI. El embargo sólo estaba perjudicando al pueblo cubano en lugar de ayudarlo. Y yo siempre he creído en lo que Martin Luther King, Jr. llamó "la feroz urgencia del ahora": No debemos temer al cambio, debemos abrazarlo.
Esto me conduce a una razón mayor y más importante de estos cambios: Creo en el pueblo cubano. Creo en el pueblo cubano. Esto no es sólo una política de normalización de las relaciones con el Gobierno cubano. Estados Unidos de América están normalizando sus relaciones con el pueblo cubano.
Y hoy, quiero compartir con ustedes mi visión de lo que puede ser nuestro futuro. Quiero que el pueblo cubano –especialmente los jóvenes– entiendan por qué creo que ustedes deben ver el futuro con esperanza; y no es la falsa promesa que insiste en que las cosas son mejores de lo que realmente son, o el optimismo ciego que dice que todos sus problemas podrán desaparecer mañana. Es una esperanza que tiene sus raíces en el futuro que ustedes pueden elegir, y pueden conformar, y pueden construir para su país.
Yo tengo esa esperanza porque creo que el pueblo cubano es tan innovador como cualquier otro pueblo del mundo.
En una economía global, impulsada por las ideas y la información, el mayor recurso de un país es su gente. En Estados Unidos, tenemos un claro monumento a lo que el pueblo cubano es capaz de construir: se llama Miami. Aquí en La Habana, vemos ese mismo talento en los cuentapropistas, las cooperativas, los autos antiguos que todavía ruedan. El cubano Inventa del aire.

Cuba cuenta con un extraordinario recurso: un sistema de educación que valora a cada niño y cada niña. Y en los últimos años, el Gobierno cubano ha comenzado a abrirse al mundo, y a abrir aún más espacio para que el talento florezca. En pocos años, hemos visto como los cuentapropistas pueden salir adelante, mientras conservan un espíritu netamente cubano. Ser trabajador por cuenta propia no significa ser más como Estados Unidos, significa ser uno mismo.

Miren a Sandra Lídice Aldama, que decidió comenzar un pequeño negocio. Los cubanos, dice, podemos "innovar y adaptar sin perder nuestra identidad... nuestro secreto está en no copiar o imitar sino, simplemente, en ser nosotros mismos".
Es ahí donde comienza la esperanza: con la posibilidad de ganarse la vida y construir algo de lo que uno pueda estar orgulloso. Es por eso que nuestras políticas se centran en el apoyo a los cubanos, y no en hacerles daño. Es por eso que nos deshicimos de los límites en las remesas: para que los cubanos tengan más recursos. Es por eso que estamos alentando los viajes, que construirán puentes entre nuestros pueblos, y traerán más ingresos a las pequeñas empresas cubanas. Es por eso que hemos ampliado el espacio para el comercio y los intercambios, de modo que los estadounidenses y los cubanos puedan trabajar juntos para encontrar curas a las enfermedades, y crear puestos de trabajo, y abrir las puertas a más oportunidades para el pueblo cubano.

Como Presidente de Estados Unidos, he exhortado a nuestro Congreso a levantar el embargo. Es una carga obsoleta sobre el pueblo cubano. Es una carga para los estadounidenses que quieren trabajar y hacer negocios o invertir aquí en Cuba. Es hora de levantar el embargo. Pero incluso si se levantara el embargo mañana, los cubanos no se darían cuenta de su potencial sin una continuidad de los cambios aquí en Cuba.
Debiera ser más fácil abrir un negocio aquí en Cuba. Un trabajador debiera poder conseguir un trabajo directamente con las empresas que invierten aquí en Cuba. Dos monedas no deben separar el tipo de salarios que los cubanos pueden ganar. Internet debe estar disponible en toda la isla, para que los cubanos puedan conectarse con el resto del mundo y con uno de los grandes motores del crecimiento en la historia humana. Estados Unidos no limita la capacidad de Cuba para tomar estas medidas. Depende de ustedes. Y puedo decirles como amigo que en el siglo XXI la prosperidad sostenible depende de la educación, la salud, y la protección del medio ambiente. Pero también depende del intercambio libre y abierto de ideas. Si uno no puede acceder a la información en línea, si no puede estar expuesto a diferentes puntos de vista, no alcanzará su máximo potencial. Y con el tiempo, la juventud va a perder la esperanza.
Sé que estos son temas sensibles, sobre todo viniendo de un presidente estadounidense. Antes de 1959, algunos americanos veían a Cuba como algo que explotar, ignoraban la pobreza, facilitaban la corrupción. Y desde 1959, hemos estado boxeando con nuestras sombras en esta batalla de la geopolítica y las personalidades. Conozco la historia, pero me niego a ser atrapado por ella.

He dejado claro que Estados Unidos no tiene ni la capacidad, ni la intención de imponer un cambio en Cuba. Cualquier cambio que venga dependerá del pueblo cubano. No les vamos a imponer nuestro sistema político o económico. Reconocemos que cada país, cada pueblo, debe trazar su propia ruta y dar forma a su propio modelo. Pero después de haber eliminado de nuestra relación la sombra de la historia, debo hablar con honradez acerca de las cosas en que yo creo: las cosas en las que nosotros, como estadounidenses, creemos. Como dijo Martí, "La libertad es el derecho de todo hombre a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía".

Así que, déjenme decirles en qué creo. No puedo obligarles a estar de acuerdo conmigo, pero ustedes deben saber lo que pienso. Creo que cada persona debe ser igual ante la ley. Todos los niños merecen la dignidad que viene con la educación y la atención a la salud, y comida en la mesa y un techo sobre sus cabezas. Creo que los ciudadanos deben tener la libertad de decir lo que piensan sin miedo de organizarse y criticar a su Gobierno, y de protestar pacíficamente; y que el Estado de Derecho no debe incluir detenciones arbitrarias de las personas que ejercen esos derechos. Creo que cada persona debe tener la libertad de practicar su religión en paz y públicamente. Y, sí, creo que los electores deben poder elegir a sus gobiernos en elecciones libres y democráticas.
No todo el mundo está de acuerdo conmigo en esto. No todo el mundo está de acuerdo con el pueblo estadounidense acerca de esto. Pero yo creo que los Derechos Humanos son universales. Creo que son los derechos del pueblo estadounidense, del pueblo de Cuba, y de las personas en todo el mundo.
Ahora bien, no es ningún secreto que nuestros Gobiernos están en desacuerdo sobre muchos de estos asuntos. He sostenido conversaciones francas con el presidente Castro. Durante muchos años, él ha señalado las fallas en el sistema americano: la desigualdad económica; la pena de muerte; la discriminación racial; guerras en el extranjero. Eso es sólo una muestra. Él tiene una lista mucho más larga. Pero esto es lo que el pueblo cubano necesita comprender: yo estoy abierto a ese debate público y al diálogo. Es bueno. Es saludable. No le temo.

Tenemos demasiado dinero en la política estadounidense. Sin embargo, en Estados Unidos, todavía es posible para alguien como yo –un niño que fue criado por una madre soltera, un niño mestizo que no tiene mucho dinero– aspirar al más alto cargo de la tierra y ganarlo. Eso es lo que es posible en Estados Unidos.

Tenemos desafíos de discriminación racial –en nuestras comunidades, en nuestro sistema de justicia criminal, en nuestra sociedad– un legado de la esclavitud y la segregación. Pero el hecho de que tengamos debates abiertos dentro de la propia democracia estadounidense es lo que nos permite mejorar.

En 1959, el año en que mi padre se trasladó a Estados Unidos, en muchos estados americanos era ilegal que se casara con mi madre, que era blanca. Cuando empecé la escuela, todavía estábamos luchando por eliminar la segregación en las escuelas de todo el sur de Estados Unidos. Pero las personas se organizaron; protestaron; debatieron estos temas; desafiaron a los funcionarios del gobierno. Y debido a esas protestas, y debido a esos debates, y debido a la movilización popular, es que yo puedo estar aquí hoy, un afroamericano, presidente de Estados Unidos. El que pudiéramos lograr un cambio se debió a las libertades que disfrutamos en Estados Unidos.
No estoy diciendo que sea fácil. Todavía hay enormes problemas en nuestra sociedad. Pero la manera que tenemos para resolverlos es la democracia. Así es como obtuvimos atención de salud para más estadounidenses. Así es como hemos hecho grandes avances en los derechos de la mujer y los derechos de los homosexuales. Así es como atendemos la desigualdad que concentra tanta riqueza en los estratos superiores de nuestra sociedad. Gracias a que los trabajadores pueden organizarse y la gente común tener una voz, la democracia estadounidense ha dado a nuestra gente la oportunidad de realizar sus sueños y disfrutar de un alto nivel de vida.

Ahora bien, todavía nos quedan algunas peleas difíciles. No siempre es bonito el proceso de la democracia. A menudo es frustrante. Lo pueden ver en las elecciones que tenemos allá. Pero deténganse un momento y consideren este hecho: en la campaña electoral estadounidense que está teniendo lugar en este momento hay dos cubanoamericanos del Partido Republicano, compitiendo contra el legado de un hombre negro que es Presidente, mientras aducen ser la mejor persona para vencer al candidato demócrata que, o bien va a ser una mujer, o un socialdemócrata. ¿Quién lo hubiera creído en 1959? Esa es una medida de nuestro progreso como democracia.

Así que aquí está mi mensaje para el Gobierno de Cuba y el pueblo cubano: los ideales que son el punto de partida de toda revolución –la revolución americana, la revolución cubana, los movimientos de liberación en todo el mundo– esos ideales encuentran su expresión más auténtica, creo yo, en una democracia. No porque la democracia estadounidense sea perfecta, sino precisamente porque no lo somos. Y nosotros –como todos los países– necesitamos para cambiar el espacio que la democracia nos da. Ella da a los individuos la capacidad de ser catalizadores para pensar en nuevas formas, y reimaginar cómo debe ser nuestra sociedad, y hacerse mejores.

Ya está teniendo lugar una evolución dentro de Cuba, un cambio generacional. Muchos sugerían que viniera aquí y le pidiera al pueblo de Cuba que echara abajo algo, pero estoy apelando a los jóvenes cubanos, que son los que van a levantar algo, a construir algo nuevo. El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano.

Y al presidente Castro –a quien le agradezco estar aquí hoy– quiero que sepa, creo que mi visita aquí demuestra, que no tiene por qué temer una amenaza de Estados Unidos. Y teniendo en cuenta su compromiso con la soberanía y la autodeterminación de Cuba, también estoy seguro de que no tiene por qué temer a las voces diferentes del pueblo cubano, y su capacidad de expresarse, reunirse, y votar por sus líderes. De hecho, tengo una esperanza para el futuro porque confío en que el pueblo cubano tomará las decisiones correctas.

Y como ustedes, también estoy seguro de que Cuba puede seguir desempeñando un papel importante en el hemisferio y en todo el mundo, y mi esperanza, es que pueda hacerlo como socio de Estados Unidos.
Hemos desempeñado roles muy diferentes en el mundo. Pero nadie debería negar el servicio que miles de médicos cubanos han prestado a los pobres y los que sufren. El año pasado, trabajadores de la salud estadounidenses –y militares de EEUU– trabajaron codo a codo con los cubanos para salvar vidas y acabar con el Ébola en África Occidental. Creo que deberíamos continuar teniendo esa clase de cooperación en otros países.

Hemos estado en el lado opuesto de muchos conflictos en el continente americano. Pero hoy en día, los estadounidenses y los cubanos están sentados juntos en la mesa de negociación, y estamos ayudando a los colombianos a resolver una guerra civil que se ha prolongado durante décadas. Ese tipo de cooperación es bueno para todos. Brinda esperanza a todos en este hemisferio.

Tomamos diferentes caminos en nuestro apoyo al pueblo de Sudáfrica para la abolición del apartheid. Pero el presidente Castro y yo pudimos estar al mismo tiempo en Johannesburgo para rendir homenaje al legado del gran Nelson Mandela.
Y al examinar su vida y sus palabras, estoy seguro de que ambos nos damos cuenta de que tenemos más trabajo por hacer para promover la igualdad en nuestros propios países: para reducir la discriminación de las razas en nuestros propios países. Y en Cuba, queremos que nuestro compromiso ayude a levantarse a los cubanos de ascendencia africana, que han demostrado que no hay nada que no puedan lograr cuando se les da la oportunidad.
Hemos sido parte de diferentes bloques de naciones en el hemisferio, y vamos a seguir teniendo profundas diferencias sobre las maneras de promover la paz, la seguridad, las oportunidades y los Derechos Humanos. Pero a medida que se normalicen nuestras relaciones, creo que podremos ayudar a fomentar un mayor sentido de unidad en las Américas. Todos somos americanos.

Desde el inicio de mi mandato, he instado a la gente en las Américas a dejar atrás las batallas ideológicas del pasado. Estamos en una nueva era. Sé que muchos de los problemas de los que he hablado carecen del drama del pasado. Y sé que parte de la identidad de Cuba es su orgullo de ser una pequeña nación insular capaz de defender sus derechos, y estremecer al mundo. Pero también sé que Cuba siempre se destacará por el talento, el trabajo duro, y el orgullo del pueblo cubano. Esa es su fuerza. Cuba no tiene que ser definida por ser adversario de Estados Unidos, más de lo que Estados Unidos deben ser definidos por ser adversarios de Cuba. Tengo esa esperanza para el futuro debido a la reconciliación que está teniendo lugar en el pueblo cubano.

Sé que algunos cubanos en la isla pueden tener la sensación de que los que se fueron de alguna manera apoyaron el viejo orden en Cuba. Estoy seguro de que hay una narrativa que perdura aquí, y que sugiere que los exiliados cubanos pasaron por alto los problemas de la Cuba pre-revolucionaria, y rechazaron la lucha por construir un nuevo futuro. Pero hoy les puedo decir que muchos exiliados cubanos guardan recuerdos de una dolorosa –y, a veces violenta– separación. Ellos aman a Cuba. Una parte de ellos todavía considera que este es su verdadero hogar. Es por eso que su pasión es tan fuerte. Es por eso que su dolor es tan grande. Y para la comunidad cubanoamericana que he llegado a conocer y respetar, no se trata sólo de política. Se trata de la familia: el recuerdo de una casa que se perdió; el deseo de reconstruir un vínculo roto; la esperanza de un futuro mejor; la esperanza del retorno y la reconciliación.

A pesar de las políticas, las personas son personas, y los cubanos son cubanos. Y he venido aquí –he viajado esta distancia– sobre un puente que fue construido por cubanos a ambos lados del estrecho de la Florida. Primero llegué a conocer el talento y la pasión de los cubanos en Estados Unidos. Y sé cómo han sufrido algo más que el dolor del exilio: también saben lo que es ser un extraño, y pasar trabajos, y trabajar más duro para asegurarse de que sus hijos puedan llegar más lejos en América.

Así que la reconciliación de los cubanos –los hijos y nietos de la revolución, y los hijos y nietos del exilio– es fundamental para el futuro de Cuba.

Uno lo ve en Gloria González, que viajó aquí en 2013, por primera vez después de 61 años de separación, y fue recibida por su hermana, Llorca. "Tú me reconociste, pero yo no te reconocí a ti", dijo Gloria después de abrazar a su hermana. Imagínese eso, después de 61 años.

Se ve en Melinda López, que llegó a la antigua casa de su familia. Y mientras caminaba por las calles, una anciana la reconoció como hija de su madre, y se puso a llorar. La llevó a su casa y le mostró un montón de fotos que incluían algunas de Melinda cuando era una bebé, que su madre le había enviado hacía 50 años. Melinda diría más tarde: "Muchos de nosotros estamos recuperando tanto ahora".

Se ve en Cristian Miguel Soler, un joven que fue el primero de su familia en viajar aquí después de 50 años. Y al encontrarse con sus familiares, por primera vez, dijo: "Me di cuenta de que la familia es la familia, sin importar la distancia entre nosotros".

A veces los cambios más importantes comienzan en lugares pequeños. Las mareas de la historia pueden dejar a las personas atrapadas en situaciones de conflicto, y exilio, y pobreza. Se necesita tiempo para que esas circunstancias cambien. Pero en el reconocimiento de una humanidad común, en la reconciliación de personas unidas por lazos de sangre y en el creer el uno en el otro, es donde comienza el progreso. En el entendimiento, y el saber escuchar, y el perdón. Y si el pueblo cubano enfrenta el futuro unido, será más probable que los jóvenes de hoy puedan vivir con dignidad y alcanzar sus sueños aquí en Cuba.

La historia de Estados Unidos y Cuba abarca revolución y conflicto; lucha y sacrificio; retribución y, ahora, reconciliación. Es ya hora de dejar atrás el pasado. Ha llegado el momento de que miremos juntos hacia el futuro, un futuro de esperanza. Y no va a ser fácil, y habrá adversidades. Tomará tiempo. Pero mi tiempo aquí en Cuba renueva mi esperanza y mi confianza en lo que el pueblo cubano puede hacer. Podemos hacer este viaje como amigos, y como vecinos, y como familia: juntos. Sí se puede.
Muchas gracias.

http://www.martinoticias.com/content/obama-se-dirige-hoy-a-los-cubanos/117921.html
http://www.elcomercio.com/actualidad/discursos-barackobama-cuba-reacciones-ecuador.html

lunes, 21 de marzo de 2016

Caracterizamos personajes y situaciones de conflicto en torno a la discriminación (4to sec)


TÍTULO DE LA SESIÓN
Caracterizamos personajes y situaciones de conflicto en torno a la discriminación

APRENDIZAJES ESPERADOS
COMPETENCIAS
CAPACIDADES
INDICADORES
Interactúa con expresiones literarias
Interpreta textos literarios en relación con diversos contextos
Explica las relaciones entre personajes y sus acciones.
Explica  el conflicto y la tensión en la trama  del cuento “Alienación”.

ACTIVIDADES:
1.       Lectura del cuento “Alienación” de Julio Ramón Ribeyro.
2.       Trabajar la guía de lectura:

Guía de lectura
Estudiante:_______________________________________________

Luego de leer el cuento “Alienación” de Julio Ramón Ribeyro, realiza las siguientes actividades:

1.        Elige un personaje que consideres que haya vivido un conflicto en el cuento.
 





2.        El personaje que has elegido, ¿qué conflicto vivió? Menciónalo y sustenta con citas extraídas del cuento
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3.        ¿Cómo actuó frente al conflicto? Si fueses tú el personaje, ¿cómo hubieses actuado?
Señala su comportamiento y realiza una breve comparación.

Personaje:
Yo











4.        ¿Cómo afecta el conflicto que vivió este personaje al desenlace de la historia?
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Nos agrupamos en base al nombre del personaje elegido en el menor tiempo posible.
3.       Respondemos las siguientes preguntas:
a.        ¿Cómo es el personaje que te tocó?
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Descríbelo teniendo en cuenta dos características (físicas o psicológicas) como mínimo.
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b.        ¿Qué les gusto y qué no les gustó del personaje?, ¿por qué?
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c.        ¿Tu personaje tuvo algún conflicto en la historia?, ¿cuál?
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4.       Respondemos:
a)       ¿Cuál es conflicto que vive Roberto?
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b)       ¿Cómo afecta el conflicto que vive Roberto al desenlace de la historia?
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c)       ¿Qué significa Conflicto?........................
EL CONFLICTO
“En su forma más elemental, un conflicto surge cuando hay enfrentamiento u oposición encontrada entre dos fuerzas en pugna. Esta pugna de voluntades, deseos o poderes en tensión o lucha puede tomar expresión de varias formas: ser humano contra ser humano (se enfrentó a su jefe); ser humano contra la naturaleza (pereció congelado en la escalada); ser humano contra la sociedad (los agentes le multaron); ser humano contra sí mismo (se engañó a sí mismo). (…) En las obras literarias puede haber conflictos principales y secundarios”.
Tomado de: Estaciones de la imaginación de Julián Rodríguez Álvarez.

d)       ¿Cuál sería el concepto de “alienación” y cómo es que Roberto vivió este fenómeno?
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e)       ¿Cuáles son las condiciones que provocaron la alienación en Roberto?
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5.       Nombra casos de discriminación que han llevado a algunas personas a la alienación.
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Planificamos un discurso sobre nuestra historia personal de lectura.



TÍTULO DE LA SESIÓN
Planificamos un discurso sobre nuestra historia personal de lectura.

APRENDIZAJES ESPERADOS
COMPETENCIAS
CAPACIDADES
INDICADORES
Se expresa oralmente.
Adecúa sus textos orales a la situación comunicativa
Adapta, según normas culturales, el contenido y registro de su discurso al  oyente, de acuerdo con su propósito, el tema y, en situaciones planificadas, con el  tiempo previsto.
Produce  textos escritos.
Planifica la producción de diversos textos escritos
Propone de manera autónoma un plan de escritura para organizar sus ideas de acuerdo con su propósito comunicativo.

ACTIVIDADES:
1.       Leer el discurso de Steve Jobs “Tienen que encontrar eso que aman”
2.       Escribo concepto, tipos y elementos del discurso:
http://ivansalgadox.blogspot.pe/2010/11/45-elaboracion-y-estructura-del.html
CONCEPTO, TIPOS Y ELEMENTOS DEL DISCURSO.
Definición de la palabra discurso.
La palabra discurso, según el RAE (Diccionario de la Real Academia Española) tiene diversas acepciones, y muchas de ellas con significado completamente distinto. Nosotros definiremos la palabra discurso de la siguiente manera:
“Un discurso es toda sucesión de palabras, expresadas de forma oral, extensas o cortas, que sirva para expresar lo que discurrimos; debe ser adecuado, es decir, ordenado, acomodado y proporcionado para lo que se quiere, perfecto para el caso”.
(Diccionario de la Real Academia Española)
Función del discurso.
Existen tres funciones principalmente en un discurso:
1.       Entretener.
Busca en el auditorio una respuesta de agrado, diversión y complacernos. El propósito se basa en hacer olvida la vida cotidiana con sus pequeños sucesos y sus apremios basados en el humor. Ofrece grandes ventajas, ya que el tema puede ser de libre elección.
2.       Informar.
Persigue la clara comprensión de un asunto, tema o idea que resuelva una incertidumbre. Su principal objetivo es de ayudar a los miembros del auditorio para que estos pretendan ampliar su campo de conocimiento. Su característica principal de este discurso es llevar a cabo la objetividad.
3.       Convencer.
Su función básica es influir a los oyentes acerca de verdades claras e indiscutibles que de poder ser probadas y comprobadas. Se ha de argumentar lo que se dice, y para ello será necesario hacer uso de elementos cognitivos y racionales. La utilización de la expresión verbal y el llamamiento de emociones para lograr este objetivo es muy importante.
El Propósito del discurso.
El primer paso para la planeación del discurso es decidir la función de éste (explicado en el punto anterior). Cuando el orador quiere hablar en público necesita saber la razón por la cual quiere hacerlo. También debe saber qué es lo que quiere obtener del público. De esta forma podrá optimizar sus esfuerzos en la preparación del mensaje, para que de esta forma cada argumento, imagen y palabra contribuyan para lograr su objetivo.
¿A quién va dirigido un discurso?
Es muy importante que nos realicemos esta pregunta, puesto que de ello dependerá en gran medida la elección de nuestra forma de hablar y de nuestro vocabulario. No es lo mismo hacer un discurso la educación que de medicina, ya que el uso de tecnicismos y el vocabulario serán completamente distintos.
También hemos de observar que tipo oyente vamos a tener. No es lo mismo que un jefe haga un discurso a sus trabajadores en una cena de empresa, que un ministro lo haga ante el parlamento.
(Eileen McEntee 2da. edición)

TIPOS DE DISCURSOS.
El tipo de discurso variará de acuerdo a la ocasión y el momento. Los principales tipos de discurso son el informativo, persuasivo, el de entrenamiento y el improvisado. Cada uno de ellos responde a una estructura determinada y su empleo depende de la finalidad o propósito. Es necesario que tengas conocimiento de cuando usarlos.
1.       El discurso informativo.
El discurso informativo transmite datos o información. Es completamente objetivo y su finalidad principal es lograr que el público aprenda. Según la psicología –como escuela de pensamiento-, es un llamado a la mente.
La preparación de este discurso conserva la misma estructura básica del bosquejo: introducción, desarrollo y conclusión, asimismo todo el cuidado que se requiere para su presentación.
El propósito del discurso informativo puede ser el de explicar, definir, describir o exponer. Dependiendo del propósito toma el nombre del tipo de discurso.
El discurso informativo de explicación especialmente cuando quieres explicar un proceso, por ejemplo, el ciclo del agua; de definición, cuando el tema requiere que el término o los términos empleados sean explicados para que el público pueda comprender todo el discurso. La definición la puedes hacer por medio de la etimología, por contrastes o por sinonimia.
(Fournier Marcos Celinda)
A continuación veras la matriz (propuesta por Martha Graves Cumming) para desarrollar el discurso informativo.
Tema: ¿qué vas a presentar?
¿Qué es lo que deseas que tu audiencia necesite conocer?
Propósito: ¿Qué quieres que tu audiencia conozca o haga después de tu discurso?
Audiencia: harás el análisis de tu público; cuáles son sus necesidades, intereses, creencias o valores para que puedas llegar mejor a él.
Introducción
Oración para llamar la atención: puedes utilizar cualquiera de las formas de introducción ya mencionadas anteriormente, cuidando que sea atractiva.
Tesis: es la afirmación de lo que trata tu tema; se le llama también breve entrada al tema
Oración del método: es la guía de los puntos importantes que complementa la idea principal.
Cuerpo.
Ideas principales: son los puntos más importantes del discurso.
Ideas secundarias: son las ideas que ayudan a la comprensión de la idea principal.
Apoyos visuales: son los materiales utilizados para una mejor presentación del tema.
Conclusión.
Frase de transición más tesis: está formada por un elemento de transición. Puede ser “finalmente” , “por lo tanto”, etc., y se apoya con la oración de tesis inicial.
Reafirmación de las ideas principales: es una recapitulación de los puntos principales, pero no debe llevar ejemplos.
Cierre: es el remate y puedes emplear cualquiera de las formas de conclusión.
(Martha Graves Cumming)

2.       El discurso persuasivo.
El discurso persuasivo pretende influir en la actitud de sus receptores, ya sea con el convencimiento o con la motivación para realizarlo. Según la psicología, es un llamado al alma. Según Aristóteles, se puede persuadir utilizando las siguientes categorías: ethos, el pathos y el logos.
Ethos: es la credibilidad del orador ante su público, es la imagen que el auditorio percibe del expositor.
Phatos: apela al sentimiento de los oyentes; los envuelve con las emociones y hace uso de las necesidades, valores y deseos de la audiencia.
Logos: es la persuasión por la argumentación lógica y directa; va dirigida al razonamiento de los receptores.
(Aristóteles)
Recuerda que en el discurso persuasivo debes ganarte la aprobación de tu público. Para esto es importante presentarles las ventajas y beneficios que pueden obtener, así como las desventajas al no llevar a cabo las acciones propuestas. Por ejemplo, si tratas de persuadir para que la gente deje de fumar, puedes presentar apoyos visuales de pulmones destruidos de fumadores constantes.
Discurso de entretenimiento.
El discurso de entretenimiento proporciona distracción al público. El factor primordial de este tipo de discurso es el humorismo, el cual logra una plática agradable: sobre todo, el ingrediente esencial es el humor fino.
Se basa, principalmente, en el relato de experiencias vividas y compartidas para lograr un tanto agradable. Este tipo de discurso recurre mucho a las imágenes hechas a través de los sentidos; es decir, las personas que lo escuchan se imaginan y viven el relato como si estuvieran en el lugar de los hechos.

3.       El discurso improvisado.
La palabras improvisar proviene del latín improvise. Es presentar un discurso sin haberlo preparado con anticipación o inventarlo mientras se presenta. Hacerlo repentinamente sin tener los recursos con los cuales debería disponerse.
El discurso improvisado consiste en explicar una idea que conocemos bien, con las palabras no previstas ni preparadas. Practicar la improvisación sirve para salir airosamente en situaciones difíciles y para adquirir fluidez.
Lo importante para este discurso es tener muy claras las ideas que van a exponer. A pesar de que se puede decir en cualquier momento y con un lenguaje sencillo, se necesita habilidad y practica en la improvisación.
Es necesario la agilidad mental y los recursos a la mano, por parte del expositor. Debe con la práctica, ampliar su vocabulario, porque este le facilita la improvisación. En este tipo de discurso no se inventan las ideas ni los conceptos, se usa la gama de vocablos adquiridos habitualmente.
(Fournier Marcos Celinda)




4.       Escribo tres breves párrafos identificando las partes del discurso, basándose en el discurso de Steve Jobs.

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5.       Hacer un recuento de la historia personal de cada uno. Utilizando “La hoja de los recuerdos” donde iremos recordando y escribiendo respuestas a lo que se pide:
ü  Aprendí a escribir y leer a los _____________________________________________________
ü  El primer cuento infantil que recuerdo haber escuchado en mi familia es ____________________________________________________________________________ y me lo contaba __________________________________________________________________________
ü  Mi  primer cuento, relato o historia que recuerdo haber leído por mí mismo se llama ____________________________________________________________________________
ü  El o los relatos que me dejaron huellas en primaria fueron: __________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ y me gustaron porque___________________________________________________________

ü  La obra que ha despertado mi interés durante la secundaria es _____________________________________________________________________________ porque _____________________________________________________________________________
ü  Las personas que motivan mi gusto por la lectura son: _____________________________________________________________________________
ü  Una obra que he leído de manera voluntaria es _____________________________________________________________________________ y la leí porque ____________________________________________________________________________
ü  Una obra que quisiera leer es _____________________________________________________________________________
ü  Un personaje que ha marcado huella en mí es _____________________________________________________________________________ porque _______________________________________________________________________

6.      Elaborar un discurso a partir de su historia de lectura personal.
Sigue la guía de planificación del Discurso:
¿Quién será el emisor del discurso?

¿En qué contexto se desarrollará el discurso?

¿Quiénes serán los destinatarios?

¿Sobre qué tema será nuestro discurso?

¿Cuál es su propósito?

¿Qué tipo de registro usaremos?

¿Qué estructura o partes tendrá el discurso?

¿Qué normas de cortesía utilizaremos?



Guía de textualización del discurso
Título


Saludo a la audiencia


Inicio o presentación del tema



Desarrollo (ideas  y explicación de razones o argumentos)
















Cierre o conclusión/Despedida